La era de Jim Harbaugh en San Francisco parece que fue solo un sueño, más bien una pausa en el tiempo, y hoy la franquicia vive de nuevo una pesadilla más real que nunca: los 49ers son uno de los peores equipos de la NFL y una vez más pelearán por uno de los primeros picks en el Draft (a menos que pase algo descabellado).

Después de una temporada fallida con el «bonachón» Jim Tomsula, querido por todos en el vestidor a diferencia de Harbaugh, pero cuyas credenciales no parecían ser las de un head coach de la NFL. El tiempo y un récord de 5-11 le dieron la razón a las dudas.

Para este año llega el «revolucionario» Chip Kelly. Su fama como gurú ofensivo podría revivir a un equipo que tuvo la segunda peor ofensiva en yardas totales durante 2015. Los 49ers pasaron del lugar 20 en 2014 al 31 la campaña pasada.

El problema es que Kelly no tendrá talento élite a su disposición y dependerá de lo que pueda hacer Carlos Hyde en el juego terrestre. El corredor egresado de Ohio State ha mostrado cosas prometedoras en el emparrillado, pero las lesiones son su peor enemigo. Llegó la hora de despuntar o «morir» para el joven de 24 años.

Solo por nombre los receptores de San Francisco no asustan a nadie. El veterano Torrey Smith encabeza un grupo donde también figuran el poco probado Quinton Patton y el recién llegado Jeremy Kerley; el ex de los Jets y Lions fue contratado para cubrir la baja de Bruce Ellington, quien se perderá toda la temporada por lesión.

Pero la mayor incógnita para es quién liderará la ofensiva. Todo apunta a que será Blaine Gabbert. El egresado de Missouri fracasó en los Jacksonville Jaguars y ahora busca redimirse en la Bahía, aunque sus números no son muy prometedores: ha lanzado 33 touchdowns y 31 intercepciones en su carrera

Por otro lado está Colin Kaepernick, el mismo que hace cuatro años tomó por sorpresa a la liga y llevó a los 49ers hasta el Super Bowl XLVII. San Francisco le ofreció un contrato de QB franquicia (seis años y 126 mdd) después de su temporada de ensueño, pero desde entonces no ha cumplido las expectativas y ha dado más de qué hablar por hechos extracancha.

Sumado a la falta de talento ofensivo y a la baja de juego de la defensiva, donde el único jugador consolidado es NaVorro Bowman, San Francisco está en una división muy complicada, con la presencia de los Seahawks y Cardinals. Por si fuera poco, su difícil calendario solo augura una temporada muy larga para sus aficionados.