Peyton Manning ha sido la personificación de un mito. Idolatrado hasta las lágrimas en Indianápolis, tuvo los arrestos para regresar de una serie de lesiones y convertirse en uno de los únicos quarterbacks en la prolífica historia de la NFL, llena de datos grandiosos y recuerdos memorables, en comandar a dos escuadras diferentes al Superbowl.
Para muchos contará la humillante derrota ante los Halcones Marinos de Seattle, pero son los más quienes celebran su único triunfo en el juego grande ante Chicago. Pero el domingo, mientras regrese al emparrillado del Invesco Field at Mile High, la casa de los Broncos, para medirse de nueva cuenta ante Tom Brady y los poderosos Patriotas de Nueva Inglaterra, Manning seguramente tendrá presente que esta será, casi es un hecho, su última aparición en el juego de campeonato de la Conferencia Americana y por consiguiente, su último llamado para disputar el Superbowl, en el que aún espera poder igualar a su victorioso hermano, Eli, quien venció precisamente a Brady, y en dos ocasiones, en el juego por el título de la NFL al frente de los Gigantes de Nueva York.
MOMENTOS DE GLORIA. Manning ha sumado y sumado récords en su impresionante trayectoria de casi dos décadas en la NFL. Alcanzó la supremacía derrotando precisamente a Brady, dejando sus números en un increíble empate a dos victorias por bando en el juego de campeonato, con la enorme diferencia de que Brady supo aprovechar esos dos viajes al Supertazón, derrotándolo en ambas ocasiones cuando Peyton comandaba la ofensiva de los Potros; mientras que Manning capturó el Superbowl ante Chicago y luego, cuando la historia lo confrontó mandándolo a los Broncos de Denver, sufrió una apabullante y humillante derrota ante Rusell Wilson y los Halcones Marinos. Manning lo sabe y éste, que será el encuentro definitivo, porque es casi imposible que volvamos a ver a estos dos titanes frente a frente disputando un boleto al Superbowl, dejará el marcador definitivo en la rivalidad, a favor de alguno de los dos. Será su quinto juego por este campeonato, un número non, no volverá a haber otro empate. Lo que haya pasado en las otras 12 veces que se vieron las caras, todas ellas en la temporada regular, no cuenta a la hora de cerrar los números históricos.
I – El 19 de enero del 2014, en el mismo escenario donde se medirán el domingo, Manning se impuso a Brady logrando convertirse en el tercer QB en llevar a dos equipos diferentes al Superbowl, victoria que enmarcó con sus más de 400 yardas por pase, una temporada en la que logró imponer dos récords en las NFL, más yardas por aire en una campaña (5,477) y pases de anotación (55).
II – El 21 de enero del 2007, Manning condujo a los Potros de Indianápolis al título de la Conferencia Americana al comandar uno de los regresos más grandes en la historia de la NFL, 32 puntos en la segunda mitad para recuperarse de una desventaja de 21-3 en la primera parte y derrotar a Brady y los Pats 38-34.
III – El 5 de septiembre de 2013, cobró revancha de una derrota en doble tiempo extra en los playoffs de la campaña anterior, para aplastar a los Cuervos de Baltimore 49-27, con 7 pases de anotación, algo que sólo habían logrado otros seis quarterbacks en la historia de la NFL.
IV – El 9 de septiembre del 2012, y luego de enfrentar siete cirugías en el cuello, reapareció en la NFL, tras perder toda la temporada del 2011, debutando con los Broncos de Denver, derrotando a los Acereros de Pittsburgh 31-19, luego de que había sido liberado por los Potros en la pretemporada.
V – El 4 de octubre de 1998 y luego de haber perdido sus primeros 4 juegos como abridor en la NFL, llevó a los Potros de Indianápolis a una victoria de 17-13 ante San Diego, el primero de los 170 triunfos de su carrera, venciendo a quien pasaría sin pena ni gloria en la liga, RyanLeaf, quien curiosamente había sido seleccionado por los Cargadores en el turno anterior a que él fuera elegido por Indianápolis en el draft de 1998.
VI – El 15 de noviembre de 2009 puede ser recordado como el día que Manning humilló a Brady y más que a él, a Bill Bellichick, su entrenador en jefe, quien con 2:08 en el reloj en el último cuarto, decidió jugarse una cuarta oportunidad y dos por avanzar en su propia yarda 28 con seis puntos de ventaja, seguro de que su defensiva no podría detener a Manning si le entregaba el balón. El respeto por Peyton fue justificado. Al no obtener el primero y 10, Manning comandó una ofensiva que culminó con un pase de 13 yardas a Reggie Wayne para totalizar 17 puntos sin respuesta en el último cuarto y la victoria 35-34.