Al mando del líder del Clausura 2018, con la mejor ofensiva y la segunda mejor defensiva, Miguel Herrera visitará con tintes contrastantes el puerto jarocho, lugar donde hace 10 años vivió uno de sus peores episodios como director técnico, perdiendo la categoría en primera división con los Tiburones Rojos.
El Piojo, entonces con 39 años y apenas seis de experiencia en los banquillos, tomó las riendas del Veracruz en la jornada 3 del Clausura 2008. Y aunque solo perdió 6 de los 14 juegos que dirigió, los ocho empates y las cuatro victorias que logró no le alcanzaron para salvar al equipo, que terminó esa temporada con 17 unidades.
Uno de esos cuatro triunfos, coincidentemente, fue ante el América, equipo que tiene en el liderato después de siete jornadas del Clausura 2018, y con el cual logró su primer y único título de liga como estratega en el Clausura 2013.
Fue el 29 de marzo del 2008 cuando la Águilas, entonces dirigidas por Rubén Omar Romano, actual técnico del Atlas, visitaron la cancha del Estadio Luis “Pirata” Fuente en un momento muy distinto al de ahora, pues eran el último lugar de la clasificación con apenas ocho puntos, dos menos que los jarochos antes de ese enfrentamiento.
Los de Coapa llegaron a ese duelo de la fecha 12 con Sebastián Domínguez, Federico Higuaín, Guillermo Ochoa y el goleador Salvador Cabañas como sus principales figuras.
Del otro lado, con un plantel mucho más modesto, sobresalían Carlos Cariño, Aldo de Nigris, Rodrigo Ruiz y el delantero argentino Claudio Graf, quien esa noche marcó tres de los cuatro goles con los que los Tiburones golearon al América 4-0.
Esa derrota fue la segunda de seis en fila que tuvo el cuadro azulcrema, que terminó ese torneo con 11 unidades, terminando la Fase Regular como el peor equipo, incluso por debajo de los Tiburones que sumaron 17 puntos.
En una situación completamente diferente para Miguel Herrera, pero no para Veracruz, que 10 años después otra vez pelea el descenso, el Piojo visitará el puerto con unas Águilas que llegan como favoritas para llevarse los tres puntos, mismos que le urgen a los Tiburones, pues están en clara desventaja con sus rivales directos por no descender.
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