En lo que parece un reacomodo de fuerzas políticas en el PRD, el secretario general de este partido, Ángel Ávila Romero asumió de manera interina la dirigencia de este instituto político, tras la renuncia al cargo del abogado Manuel Granados Covarrubias.
Manuel Granados asumió la presidencia del PRD, el 9 de diciembre del 2017, mediante una negociación entre los liderazgos de las diversas corrientes políticas y en lo que pareció siempre un pago de cuota hacia el entonces jefe de gobierno Miguel Ángel Mancera, a quien a cambio de que permitiera transitar la alianza electoral que impulsaban la corriente Nueva Izquierda, mejor conocida como los Chuchos. Ahora, este lunes Granados presentó su renuncia al partido, cuando se preveía que fuese hasta diciembre el encargo.
Pero con la renuncia de Granados Covarrubias, hombre fiel a Mancera a la presidencia perredista, y el nombramiento que se da, mediante un comunicado de prensa del PRD a Ángel Ávila como nuevo dirigente de este instituto político, parece que los Chuchos salen fortalecidos, toda vez que Ávila Romero forma parte de esta corriente de expresión.
Hace ocho días, El Sol de Mexico destacó en entrevista con Jesús Zambrano, líder de Nueva Izquierda que, el PRD dejará de existir, para dar su registro a un nuevo instituto político. Sin embargo, en el XI Consejo Nacional perredista, celebrado este sábado en el centro de convenciones de Expo Reforma, diversos liderazgos perredistas comentaron a El Sol de México que, al interior de este partido sólo están definiendo si es conveniente esperar a las próximas elecciones del 2019 en los estados de Baja California, Aguascalientes, Durango, Quintana Roo y Tamaulipas o se presentarán en las del 2021.
En tanto, el PRD públicamente reconoce que esta discusión se dará de manera abierta en el Congreso Nacional, que se prevé tenga su verificativo en diciembre y al que acudan los 900 perredistas que tienen voz y voto para definir lo que por anticipado ya adelantó Zambrano.
EL SOL DE MÉXICO