México.- El desempleo en México ha disminuido desde finales de 2009, ubicándose por debajo de la media de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y destaca una caída acelerada del desempleo juvenil en el país.
El nuevo informe de la OCDE “Perspectivas del empleo 2016”, resalta que el desempleo en México fue de 4.2 por ciento en 2015, debajo del promedio de 6.5 por ciento del organismo, y se prevé que se mantendrá en ese nivel este año y en 2017, en contraste con el aumento sustancial del desempleo registrado en otros países de América Latina, como Brasil.
El organismo internacional señala que el desempleo juvenil en México ha tenido una caída pronunciada, al ubicarse en 8.6 por ciento entre la población de 15 a 24 años, con lo cual se mantiene por debajo de 13 por ciento en promedio entre los jóvenes de la OCDE.
La directora de Gabinete de la OCDE y Sherpa ante el Grupo de los 20 (G20), Gabriela Ramos, precisó que si bien la tasa de desempleo de México es una de las más bajas entre los 35 países que integran al organismo, la calidad del empleo no es muy positiva.
En videoconferencia desde París para comentar el informe, apuntó que 22 por ciento de los jóvenes en México entre 15 y 29 años son “Ninis”, es decir, ni trabajan ni estudian, ni están en capacitación, nivel superior al promedio de la OCDE, de cerca de 15 por ciento.
“Estos jóvenes corren un alto riesgo de quedar desconectados del mercado laboral y la verdad es una tragedia, porque tener a estos chicos perdiendo las capacidades que puedan haber formado en la educación formal y además sin tener conexión con actividades económicas que puedan permitirles seguir capacitándose y contribuyendo al desarrollo, pues los tenemos perdidos”.
Además, México está “muy, muy atrás” en el tema de empoderamiento económico de las mujeres, ya que tiene la segunda tasa de participación laboral femenina más baja de la OCDE, solo superada por Turquía y la más baja entre los países de la Alianza del Pacífico.
Ramos comentó que el estudio “Perspectivas del empleo 2016”, presentado hoy en París, reconoce una mejora en las condiciones del mercado laboral durante los últimos años en los países de la OCDE.
Resaltó que después de casi una década de crisis, el déficit de empleos en el organismo internacional cayó de 20.3 millones en 2010 a cerca de 5.6 millones en 2015, y se proyecta que la tasa de ocupación promedio recobre en 2017 los nivel de la precrisis.
“Estábamos muy preocupados por la resistencia de los niveles de desempleo, y el hecho de que estábamos presenciando gente que se desconectaba totalmente del mercado laboral, y ahora al menos hay un viso de esperanza en términos de la recuperación de la presión de empleos en la zona OCDE”, añadió.
Sin embargo, precisó, la situación de empleo es complicada porque el crecimiento de los salarios sigue siendo deficiente, lo cual no está divorciado de la dinámica económica internacional, de la baja demanda y de la llamada “trampa de crecimiento bajo”.
Mencionó que cerca de dos terceras parte de los países de la OCDE aún no han recuperado sus niveles de empleos de la precrisis, incluido México.
En el último trimestre de 2015, 58 por ciento de la población de mexicanos entre 15 y 65 años estaba empleada, en contraste con 61 por ciento reportado a finales de 2007 y 60 por ciento para los países de la OCDE al cierre del año pasado.
Apuntó que si bien las tasas de desempleo han empezado a caer en la mayoría de los países de la OCDE, se calcula que el nivel seguirá estando por encima del nivel de la precrisis para finales de 2017.
Así, expuso, a pesar de los avances todavía hay 40.2 millones de desempleados en la OCDE, lo que significa 7.9 millones más que el inicio de la crisis económica-financiera que inició a finales de 2008.
Señaló que el estudio también destaca otros desafíos preocupantes como el bajo crecimiento de la productividad, el aumento de las desigualdades en el mercado laboral y la débil recuperación de los salarios.
A lo largo de la crisis, refirió, los salarios reales cayeron abruptamente en Grecia, Irlanda, Japón, Portugal, España y los estados bálticos, y se desaceleraron significativamente en países como República Checa, Estonia, Letonia y el Reino Unido.
En el caso de México, los salarios cayeron 1.0 por ciento de 2007 a 2015, añadió al comentar que el tema salariar es preocupante, pues hay una dinámica que no permite generar mejores perspectivas para las familias respecto de sus ingresos.
La funcionaria de la OCDE refirió que el pronunciado impacto de la crisis sobre las perspectivas del empleo en los jóvenes, es otro de los puntos focales del estudio.
Comentó que en Europa esta es una preocupación fundamental, porque en todos los países la tasa de desempleo juvenil puede ser el doble o el triple de la tasa de desempleo abierto general en la OCDE.
Destacó que en México la brecha del desempleo juvenil es menos pronunciada, incluso se ha reducido a una velocidad mayor que el desempleo total en el organismo internacional, pero aunque el nivel de empleo se ha incrementado en nuestro país, la calidad del mismo es menor.
Otro desafío que se menciona en el estudio es la necesidad de mejorar la integración de las mujeres al mercado laboral; si bien se han logrado en la reducción de las brechas de género en matriculación de las diferentes economías emergentes, BRICS y México.
No obstante, dijo, México tiene la segunda tasa de participación laboral femenina más baja de la OCDE, solo superada por Turquía y la más baja entre los países de la Alianza del Pacífico, y la proporción de mujeres mexicanas que son Ninis es mayor que la de los hombres.
“Esto en cierta medida es resultado de los embarazos precoces que afectan la posibilidad de las mujeres jóvenes para integrarse en el mercado laboral”, abundó Ramos.
Señaló que como resultado de los múltiples obstáculos que tienen que enfrentar en el mercado laboral, incluyendo las responsabilidades familiares, las mujeres mexicanas ganan 12 por ciento menos que los hombres, y sólo ocupan 36 por ciento de los trabajos ejecutivos.
Aunque hay avances que tiene que ver con distintas decisiones que se han tomado en el país, como gobierno corporativo en las empresas o cuotas de género en el Congreso, “todavía tenemos mucho qué hacer en México para empoderar económicamente a las mujeres”.
EL SOL DE MÉXICO