Principal Nacional Ricardo Anaya es el nuevo líder de la derecha mexicana

Ricardo Anaya es el nuevo líder de la derecha mexicana

Por Redaccion

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La elección interna del mayor partido conservador de México, Acción Nacional (PAN), no guardó sorpresas. El ganador de la contienda es el diputado Ricardo Anaya (Querétaro, 1979), que a sus 36 años se convierte en el líder elegido más joven en la historia del partido, fundado en 1939. Con el 79% computado, Anaya, un político de una corta pero meteórica carrera, derrotó con un arrollador 81% de los votos a su contrincante, el también legislador Javier Corral, que obtuvo el 16%. A los comicios estaban convocados los cerca de 470.000 militantes del PAN, los primeros cálculos indican que la participación no alcanzó el 50%.

El Partido Acción Nacional es el único partido que, además del PRI, ha ocupado la presidencia de México desde el fin de la revolución: de 2000 a 2012. Pero el desgaste durante las administraciones de Vicente Fox y Felipe Calderón ha colocado a la formación contra las cuerdas. En las últimas elecciones legislativas, celebradas en junio, el PAN obtuvo en todo el país el 21% de los votos, siete puntos menos de los que se llevó en 2009. El propio Anaya, que es el líder de la bancada panista en la Cámara baja, reconoció que el apoyo en las urnas no había sido el esperado. «Sin duda hubo triunfos muy importantes en lo local, pero definitivamente no tuvimos un buen resultado nacional», admitió.

Las luchas internas del PAN quedaron reflejadas en el debate convocado hace dos semanas entre Anaya y Corral. El joven diputado esgrimó una foto de su contrincante con Fidel Castro como prueba de su «izquierdismo», Corral reclamó a Anaya los malos resultados de las recientes elecciones. «En otros países, los que llevan a un fracaso como el del PAN el 7 de junio renuncian, no buscan reelegirse». Anaya fue líder interino del PAN entre septiembre de 2014 y enero de 2015 en sustitución del actual dirigente, Gustavo Madero.

A Ricardo Anaya le gusta mucho la palabra «regeneración». Es una de las que más utilizó en aquel debate y de las que más ha repetido en su campaña. Por regeneración, se entiende, es buscar la unidad del partido, balcanizado desde que dejó el poder en 2012, y alejarlo de los escándalos de corrupción en los que ha estado involucrado. El que más ha dañado al partido es el caso de los moches. La expresión Mochar, en mexicano, significa ofrecer un favor a cambio de otro y la interpretación de varios diputados es lo que, en castellano, se entiende por corrupción. Al menos 10 alcaldes denunciaron que los legisladores ofrecían el apoyo para que sus municipios obtuviesen recursos públicos siempre y cuando sus comunidades contrataran a empresas fantasma, vinculadas con los políticos, por hasta un sobrecoste de hasta un 35% del dinero destinado.

El Partido Acción Nacional es el único partido que, además del PRI, ha ocupado la presidencia de México desde el fin de la revolución

Aunque la trama de corrupción, descubierta en 2013, ha salpicado a legisladores del PRI (entre ellos el nuevo líder priista, Manlio Fabio Beltrones), el mayor daño político se lo ha llevado el PAN. Luis Alberto Villarreal, el entonces coordinador de la bancada panista, fue señalado como el gestor de la mayoría de las extorsiones. Villarreal renunció a su puesto como coordinador, pero ni siquiera abandonó su escaño. Ningún político mexicano señalado por los alcaldes ha sido investigado. Ni siquiera uno solo ha dimitido. Esta noche, Anaya ha dicho que no tolerará un solo acto de corrupción «sin excepción alguna». Anunció también que reducirá al 50% la nómina de partido (las formaciones politicas en México se financian con dinero público) y que dará a conocer sus propiedades.

Otro de los dolores de cabeza del PAN es su férreo apoyo al Pacto por México, el paquete de reformas anunciado por Enrique Peña Nieto a unos días de asumir la presidencia. La cercanía con el PRI le ha ganado numerosas críticas a Gustavo Madero, el actual líder del PAN. Anaya, que es considerado como el sucesor natural de Madero, afirmó también esta noche que, bajo su dirección, su partido será «oposición crítica».

Anaya ha dicho que no tolerará un solo acto de corrupción «sin excepción alguna»
El diputado ha anunciado que su prioridad es llamar a la unidad del PAN. «Es tiempo de reconciliación», dijo esta noche. Corral tardó menos de una hora en responder que no levantará la mano del nuevo líder de su partido. «No confiamos ni en él ni en su equipo». La confianza, precisamente, es lo que más falta a las formaciones políticas en México. Los partidos son la institución que menos confianza genera entre los mexicanos según un sondeo de Consulta Mitofsky realizado en 2014.

EL PAÍS

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