Como ilusos calificó Felícitas Hernández Montaño a quienes se fueron al Partido Verde confiando en las promesas del senador Raúl Bolaños Cacho Cué, quien ha demostrado desde hace 4 años que no cuenta con la capacidad para cumplir con sus compromisos, ni corresponder a quienes le han apoyado.
«Yo puedo atestiguar que los va engañar como me engañó a mi y engañó a muchos más», aseguró la ex secretaria de la Mujer en el Verde, quien explicó que se trata de un Partido minúsculo con 20 mil votos que no tienen ninguna representación ni peso en el electorado de la entidad.
Afirmó que nadie se sentaria con Raúl Bolaños ni con ese Partido, si no estuvieran vendiendo la idea de que detrás de ellos está el gobernador Salomón Jara.
«Hay que decirlo con todas sus letras, el Verde Ecologista del 2018 al 2022 cayó de 59 mil a 21 mil votos, por eso es ridículo que prometan un cargo popular cuando saben que ni en sueños les va alcanzar»
El PVEM no tiene prerrogativas, ni estructura y lo más delicado, su líder no tiene palabra ni principios porque esa senaduria la obtuvo gracias a los 324 mil votos del PRI y no a los 59 mil que alcanzó el verde.
Prueba de su falta de valores – dijo- es que mientras hacía campaña cobijado por el tricolor, constantemente mandaba a «chingar a su madre» a los de Morena y hoy cínicamente se presta al trabajo sucio».
Hernández Montaño ponderó haberse dado cuenta a tiempo de la farsa de Raúl Bolaños y regresarse al Partido que le dio la gran oportunidad que es el PRI, pues eran otras circunstancias y otros momentos donde el verde era aliado del PRI.
«Hoy el Verde es aliado de Morena y está buscando manejar un esquema mediático que no va llegar más allá de eso, pues está claro que siendo gobernador su amigo no fue capaz de hacer nada por la gente que creyó en el y hoy ofrece candidaturas e impunidad cuando sabe que no tiene ni la capacidad ni la voluntad de cumplir con su palabra. Incluso – agregó – todavía están esperando que pague la varilla que comprometio a prestadores de servicios turísticos de Puerto Escondido».