Más allá de la sede que comparten con solo unos días de diferencia, entre los Juegos Olímpicos y Paralímpicos hay varias diferencias que van desde la iconografía hasta la cantidad de países participantes y medallas entregadas.

Después de que México se negó a organizar los Paralímpicos en 1968, este evento se realizó en una ciudad distinta a la de Olímpicos hasta 1988, cuando se volvió obligatorio compartir sede.

Pero las dos nacen de organismos distintos porque el Comité Paralímpico Internacional es independiente al Comité Olímpico Internacional y por ello los aros solo son utilizados por este último.

En Paralímpicos participan 68 países para 24 disciplinas, mientras que en los Olímpicos participaron 206 delegaciones para 28 deportes.

Si en natación de estos últimos se otorgaron 34 medallas, en los segundos se dan 148 por la gran cantidad de categorías, que van de acuerdo a la discapacidad de los atletas.

En estos últimos, los deportistas compiten según su clasificación, la cual se determina según su nivel de discapacidad, a partir de un examen médico.

Por ejemplo, en natación hay 14 categorías y los competidores son ubicados según si han sufrido alguna amputación, lesión espina dorsal, grados de enanismo, impedimento visual o discapacidad intelectual.

Aunque la mayoría de las disciplinas se repiten en uno y otro, en Paralímpicos hay un par de deportes exclusivos: el Goalball y el Boccia, el primero muy parecido al Handball y el segundo que consiste en una especie de billar.

Para los Juegos Paralímpicos de Río 2016, se incluyeron dos nuevas disciplinas, piragüismo y paratriatlón.

En el caso de México, la delegación de Olímpicos se conformó por 125 atletas, mientras que en Paralímpicos se encuentran 69, a la espera de superar las 21 medallas conseguidas en Londres 2012 y después de 5 jornadas, ya con 7 preseas y en el lugar 13 del escalafón.