La última edición de la Copa Oro evidenció la carencia de delanteros mexicanos que se confirma en lo que va del Apertura 2017 de la Liga MX.
En apenas dos jornadas se ha hecho más evidente el dominio de los atacantes extranjeros y naturalizados y la falta de atacantes nacidos en México, pues de los 39 goles que se han marcado hasta el momento, solo cuatro han sido de delanteros nacionales no naturalizados.
En total, los mexicanos llevan siete, pero tres de ellos han sido de defensas o mediocampistas. Solo Jesús Isijara, Diego Jiménez y Rodolfo Pizarro han levantado la mano por los atacantes nacionales. Los otros tres goles de sello azteca han sido del Maza Rodríguez, el Negro Medina y Rafael Baca.
De los 32 goles restantes, 83% del total, ocho han sido marcados por siete futbolistas naturalizados y 24 por 15 extranjeros, siendo el ecuatoriano Enner Valencia el líder en este sector hasta el momento con tres tantos.
Con las lesiones de Alan Pulido y Ángel Saldívar antes del inicio de la Copa Oro, el técnico de la Selección Mexicana, Juan Carlos Osorio, padeció para encontrar a un sustituto, y al no encontrarlo en la Liga MX, recurrió a la MLS, donde el Cubo Torres ha tenido una temporada destacada siendo el tercer mejor goleador con 12 dianas pero no lo validó en el torneo de Concacaf.
Oribe Peralta, uno de los cuatro delanteros mexicanos que han jugado un partido completo en este Apertura 2017, fue también una de las opciones para el colombiano, pero el jugador dijo no tras el trajín por Copa Confederaciones y en la Liga aún no se estrena este semestre, como sucede con Ángel Sepúlveda y Martín Barragán, los otros delanteros que sí fueron a Copa Oro.
La Copa Oro 2017 testimonió la escasez de opciones que existen en el balompié nacional, en cuanto a delanteros nacidos en México se refiere, y las cuales han sido limitadas, en gran parte por el exceso de atacantes extranjeros que llegan cada seis meses a la Liga MX.
En apenas dos jornadas se ha hecho más evidente el dominio de los atacantes extranjeros y naturalizados y la falta de atacantes nacidos en México.
MEDIOTIEMPO