Elizabeth Mendoza
Teniendo como escenario la biblioteca pública central “Margarita Maza de Juárez», Jesús Lemus Barajas dio cuenta de lo que acontece en la Nueva Jerusalén, población creada en 1983 en Michoacán por el padre Nabor y que a través de una amplia investigación dio como resultado el libro “Cara de Diablo».
El periodista michoacano y autor del libro Cara de Diablo, indicó que el libro muestra el “modus vivendi» de la Nueva Jerusalén y el fanatismo que se tiene en dicha comunidad, así como la creación de la primera teocracia en México en donde la única voz de mando es la de la Virgen del Rosario por medio de la vidente Salomé y el padre Nabor.
“En las comunidades en donde no hay atención de los gobiernos Federal, Estatal y Municipal la única respuesta y salida es la religión, es una manera de mantener la esperanza», explicó.
Asimismo Lemus Barajas, reconoció que la idea de escribir sobre la Nueva Jerusalén, surgió cuando fue preso en el penal de Puente Grande, “cuando acudí a la comunidad de 167 encuestas realizada, al menos 160 coincidían en los milagros de la vidente Salomé y en la vida del padre Nabor».
Y es que en la obra Cara de Diablo, el también autor del libro Los Malditos muestra un claro ejemplo de la manipulación, en base a la idea principal de salvación y entregarse a una vida mejor, a cambio de un buen comportamiento.
“Con el ofrecimiento de la vida eterna, el sacerdote mantuvo el control de la comunidad, destruyó la escuela del pueblo por supuesta instrucción de la Virgen del Rosario, quien les aseguró a través de la vidente Salomé que se trataba del refugio del Diablo», explicó.
Lemus Barajas, lamentó que en los pueblos que son manipulados por la Religión, no cuentan con otras opciones hacia las cuales aspirar. “Es la pobreza, las condiciones de abandono, donde la gente en ocasiones puede comer sólo una vez al día y no hay los mínimos indispensables para la vida cotidiana”.
Finalmente el también escritor del libro Los Malditos, aseguró que su obra muestra que como seres humanos siempre buscan una alternativa de salvación, que en el caso de la Nueva Jerusalén fue ofrecida por el padre Nabor y la vidente Salomé.