Elizabeth Mendoza / Foto: Alfredo Juárez
El abogado, Alejandro Noyola informó que el sacerdote de la parroquia inmaculada de Juquila, Manuel Mario Arias Montes enfrenta una denuncia por violencia intrafamiliar presentada por Alma Delia Gómez Soto, por lo que solicitó a las autoridades en procuración de justicia que actúen a la brevedad.
En conferencia de prensa el representante legal de Alma Delia Gómez Soto, destacó que presentó una denuncia penal que consta en la averiguación previa 1498/VI/2015 y 9700/SC/ 2015 por violencia intrafamiliar ante la Fiscalía Especial de Delitos contra la Mujer.
Asimismo señaló que Alma Delia inició ante el Juez de lo Familiar una demanda por pensión alimenticia, así como por la guardia y custodia de los dos hijos que procreó durante los 26 años que vivió con el párroco en la Privada de Monterrey perteneciente al Fraccionamiento Elsa.
“Arias Montes tomó como mujer a Alma Delia a los 16 años de edad, durante 26 años fue víctima de violencia y actualmente se encuentra recibiendo terapia psicológica por el tipo de vida que llevaba”, aseguró.
El litigante subrayó que hasta diciembre de 2015 el párroco mantuvo una relación con Alma Delia Gómez Soto, quien fue corrida de la vivienda que compartía con Arias Montes quedando en el interior su documentación y pertenencias, “fueron cambiadas las chapas y cerraduras de la vivienda”:
En ese sentido Alejandro Noyola, desmintió que la denuncia en contra de Manuel Mario Arias Montes se trate de algún tipo de revancha, por las denuncias que el sacerdote ha presentado por temas de pederastia, “este es un tema aparte, que nada tiene que ver con la labor que realiza dentro de la iglesia”.
“Mi representada y yo no tenemos trato alguno con el Arzobispado como lo ha manifestado el denunciado, al parecer con las declaraciones que ha realizado trata de contaminar el proceso”, enfatizó.
Finalmente Alejandro Noyola, solicitó al fiscal de justicia del Estado, Joaquín Carrillo Ruiz que revise el actuar de la Subprocuraduría de Delitos contra la Mujer que deja mucho que desear en lo que se refiere a la atención de víctimas como en el caso de Alma Delia.