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Súper Carreteras; la gran mentira

Por Redaccion

AUTOPISTA PUERTO

José Luis Sarmiento Gutiérrez/Fotos: Pablo Gómez

Las súper carreteras a la costa y el istmo sirvieron como bandera política, electoral y administrativa, porque se han anhelado y exigido desde hace muchos años por todos los sectores sociales de la entidad. Prometieron terminarlas los gobernadores Ulises Ruiz Ortiz y Gabino Cué Monteagudo. La vía Barranca Larga-Ventanilla la inauguró en dos ocasiones el ex presidente Felipe Calderón Hinojosa, quien no mostró interés por el proyecto Mitla-Tehuantepec. Enrique Peña Nieto aseguró que se habrían de terminar durante su gobierno. Transitaron por las licitaciones diversas empresas como OMEGA Corp. -en el caso de la costa- y finalmente ICA S.A.B. de C.V. se adjudicó ambas concesiones. La realidad al finalizar este tropezado sexenio, es que las dos vías se encuentran inconclusas y abandonadas, como una Gran Mentira que decepciona nuevamente al pueblo de Oaxaca.

En el año 2008, el entonces presidente Felipe Calderón y el ex gobernador Ulises Ruiz, llenaban de esperanzas a las y los oaxaqueños, cuando acudían a la localidad de Barranca Larga, distrito de Miahuatlán, donde se tomaban la foto y colocaban la primera piedra de la tan deseada carretera Oaxaca-Costa, trayecto que, prometían, se podría completar en dos horas hasta Ventanilla, Colotepec.

Eran los tiempos en que se anunciaba la modernidad y el desarrollo para Oaxaca, en los que se soltaban grandes mentiras con toda desfachatez para contener a un pueblo con sed y hambre de justicia social, sumido desde 2006 en un conflicto político de grandes dimensiones, que se pretendía mitigar con la supuesta llegada de grandes inversiones.

Los años pasaron y nada…

“Dos de los proyectos carreteros más importantes en toda la historia de Oaxaca, las supercarreteras Oaxaca-Costa y Oaxaca-Istmo, estarán terminadas y puestas en operación para el año 2014”, aseguraba con toda pompa el 5 de Agosto del 2012 la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).

En un comunicado, el entonces titular de la dependencia, Dionisio Pérez-Jácome, afirmaba categórico que ambas vías de comunicación registraban un importante avance, “lo que permitirá su conclusión y puesta en operación a más tardar en 2014”.

El Gobernador Gabino Cué y el titular de la SCT, coincidían en señalar que llevaban a cabo una estrategia coordinada para relanzar la construcción de cinco ejes carreteros, entre los que destacaban las vías Oaxaca-Costa, con una longitud de 195 kilómetros y Oaxaca-Tehuantepec, con 210 kilómetros de distancia.

El 18 de septiembre de 2012, antes de terminar su administración, el presidente Felipe Calderón únicamente inauguraba el tramo de la llamada “Y Griega” a Barranca Larga de 58.3 kilómetros, con recursos públicos del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) por mil 125.6 millones de pesos.

La vía privatizada Barranca Larga-Ventanilla se convertía en obra fantasma, donde Calderón Hinojosa únicamente se tomaba la foto por segunda ocasión -esta vez, con Gabino Cué-, mientras que la vía al Istmo de Tehuantepec se quedaba en el olvido por el mandatario, quien nunca mostró interés por el proyecto.

La Secretaría de Comunicaciones y Transportes en 2015 daba nuevamente falsas esperanzas y manifestaba que en 2017 se terminarán los proyectos, a pesar de que la constructora Ingenieros Civiles Asociados (ICA) botaba la concesión a la costa, sumida en la peor crisis económica de su historia.

Mientras ICA se retiraba del proyecto a la costa argumentando su falta de solidez financiera, no hizo lo mismo con la concesión al istmo, porque ahí ya tiene instalada una caseta de cobro donde podrá lucrar hasta por 30 años, a pesar de que la súper carretera se encuentra inconclusa.

El presidente Enrique Peña Nieto, en sus pocas visitas al estado de Oaxaca, se sumaba también a la promesa de que los proyectos carreteros se habrían de culminar, pero no giraba ninguna indicación contundente para cumplir su palabra.

Este año, durante su campaña político-electoral, el hoy gobernador electo, Alejandro Murat Hinojosa, se comprometía en diversas ocasiones a terminar las súper carreteras al istmo y la costa, así como a impulsar el proyecto transístmico como ejes fundamentales para el desarrollo del estado en beneficio de miles de ciudadanos.

La Mentira

De acuerdo con los planos y un diagnóstico de las súper carreteras al istmo y la costa en poder de quien suscribe este reportaje, además de los trabajos abandonados e inconclusos existen problemas políticos y sociales, a lo que se suma una mala planeación en las obras, que no se han subsanado por parte de las autoridades estatales.

Ante ello, la culminación de las vías parece muy distante, casi imposible.

En el caso de la vía Oaxaca-Tehuantepec, se trata de un tramo total de 210 kilómetros de distancia, 30 de Oaxaca a Mitla terminados hace muchos años con tropiezos, un tramo considerado el más peligroso de México, donde frecuentemente se registran accidentes fatales.

Del proyecto total se han inaugurado y puesto en operación únicamente 150 kilómetros y se encuentran abandonados los 60 restantes.

La compañía ICA -que obtuvo las concesiones de las súper carreteras de forma poco transparente, a pesar de que participaban consorcios oaxaqueños y otras empresas- mantiene en funcionamiento los 80 kilómetros desde la Villa de Mitla hasta San Lorenzo Albarradas.

En Santa María Albarradas, a 33 kilómetros de Mitla, ya opera una caseta de cobro con un peaje para vehículo particular de 50 pesos, que se incrementa de acuerdo a la unidad de motor, sus dimensiones, ejes y características.

Por eso ICA no ha soltado esta concesión, porque ya le está generando ingresos, además de que pretende instalar otra caseta en Tepuxtepec para duplicar sus ingresos.

Desde San Lorenzo Albarradas hasta Santo Domingo Tepuxtepec (10 kilómetros) la vía se encuentra inconclusa.

Y es que por esta comunidad cientos de vehículos descenderán todos los días desde Ayutla y toda la región de Los Mixes con destino a la capital del estado, por eso pretenden instalar otro centro de cobro de peaje.

El tramo abandonado por ICA, son los 60 kilómetros desde Tepuxtepec, pasando por Santo Domingo Narro hasta Jalapa del Marqués, donde no se ha hecho ningún trabajo. Los 30 kilómetros Jalapa del Marqués-Tehuantepec se encuentran terminados.

Por eso no se puede hablar de una súper-carretera Oaxaca-Istmo, porque ambas regiones se encuentran incomunicadas por la nueva vía y quienes viajan de un lugar a otro lo tienen que hacer por la carretera tradicional, que se encuentra en mal estado, con muchas curvas, baches, topes y poca seguridad.

En todo caso, al término del gobierno encabezado por Gabino Cué, será la carretera Oaxaca-Mixes.

Además, los problemas sociales no se hicieron esperar con las obras mal planificadas, por lo que serán heredados a la próxima administración que habrá de encabezar Alejandro Murat.

En la localidad de Santa Cruz Llano Crucero, perteneciente al municipio de Santo Domingo Tepuxtepec, el trazo de la obra atraviesa el centro de la población, por lo que se tendrán que reubicar un albergue infantil y la escuela primaria, además de que la población exige otras obras de desarrollo que no han recibido históricamente.

En tanto, los pobladores del municipio San Juan Juquila Mixes han advertido que impedirán el funcionamiento de la súper carretera si no les construyen un acceso pavimentado desde su cabecera municipal hasta el entronque con Santo Domingo Narro, que les permita conectarse hacia la capital o el istmo, cuando se termine la obra.

Del mismo modo, en la Villa de Mitla, están exigiendo que se recorran las casetas de cobro de Santa María Albarradas, pues consideran excesivo el cobro de 50 pesos por vehículo particular para un trayecto de 33 kilómetros.

Por otra parte, en el municipio de Santiago Quiavicosas, solicitan una serie de obras de desarrollo social y acceso a la súper carretera, de lo contrario van a impedir el paso de vehículos como medida de presión.

La agenda de conflictos sociales surgidos en torno a la vía Oaxaca-Istmo se encuentra abandonada y la tendrá que retomar el próximo gobierno.

El viernes 5 de Abril de 2016, el Secretario de Comunicaciones y Transportes Gerardo Ruiz Esparza y el gobernador Gabino Cué, inauguraron la carretera de cobro Tehuantepec II-San José Lachiguiri y difundieron el acto como un segundo tramo de la súper-carretera Oaxaca-Istmo, a pesar de que dicha obra no forma parte del trazo ni une a la capital con esa región estratégica del estado.

Se trata de un ramal de 41kilómetros que beneficiará a unos 12 mil habitantes de Lachiguiri, donde la inversión también estuvo a cargo de la empresa ICA, que también se beneficiará con el peaje por un periodo de hasta 30 años.

Abandonan obra a la Costa

La crisis económica de la constructora Ingenieros Civiles Asociados, empresa que por muchos años ocupó el liderazgo del ramo en México, decidió devolver la concesión de la súper carretera Barranca Larga-Ventanilla al declararse imposibilitada para culminar el proyecto por falta de nitidez financiera, luego de que sus ingresos se desplomaran en un 50 por ciento durante 2016 en comparación con 2015.

Y es que esta “magna obra” presentó muchos problemas desde un principio, cuando la empresa OMEGA Corporation se vio favorecida con la licitación inicial en 2009, donde se tenía contemplada una inversión de 2 mil 500 millones de pesos.

Después de retrasar los trabajos durante dos años, dicha constructora Española marcó un incremento en el monto de inversión hasta los 4 mil 600 millones de pesos, para luego declararse insolvente en 2011 y regresar la concesión si reportar ningún avance en la obra.

Ante esta nueva crisis en el proyecto, el gobierno federal decidió en “fast track” otorgar el proyecto a Ingenieros Civiles Asociados, que cotizó el proyecto de 104.2 kilómetros de Barranca Larga a Ventanilla por una suma de 5 mil 352 millones de pesos; es decir, del cálculo inicial, al final se incrementó el proyecto en dos mil 852 millones de pesos, más del doble.

Antes de botar la obra, la empresa ICA avanzó solamente un 40 por ciento de los 104.2 kilómetros, de la vía que se contempló con cuatro carriles, 20 puentes, tres pasos a desnivel, tres túneles, 30 entronques y varios libramientos.

Además de la falta de cumplimiento por parte de las compañías particulares y las recurrentes mentiras de los presidentes de la república y gobernadores, así como funcionarios públicos federales y estatales, también hay conflictos sociales en el proyecto Oaxaca-Costa.

En la localidad de San Antonio Lalana, perteneciente al municipio de San Pablo Coatlán, el trazo de la vía atraviesa la comunidad y la parte a la mitad, por lo que los habitantes de la cabecera municipal y el pueblo se han unido para demandar obras de infraestructura social, a cambio de no impedir los trabajos.

Según información recabada por este medio de comunicación, las demandas se han atendido y hay acuerdos con las autoridades estatales, pero no se han terminado los trabajos en materia de electrificación, rehabilitación de caminos y pavimentación, por lo que hay irritación social entre la población.

Entre las principales comunidades que se hubieran visto beneficiadas de haberse terminado la súper carretera desde Barranca Larga, destacan San Pablo y San Sebastián Coatlán, unos de los municipios más marginados de la Sierra Sur, así como Santa María Colotepec, para luego llegar a Ventanilla.

Aislados los destinos turísticos

Durante los gobiernos de Felipe Calderón y Ulises Ruiz también se anunció con bombo y platillo la ampliación a cuatro carriles de la carretera federal costera número 200 desde Huatulco hasta Puerto Escondido, pero esa vía secundaria al proyecto se quedó también inconclusa.

En la actualidad sólo se han ampliado los 10 kilómetros desde el aeropuerto internacional de Bahías de Huatulco hasta La Crucecita, así como unos 20 kilómetros entre Ventanilla hasta Puerto Escondido.

Abandonados se encuentran los 30 kilómetros de la terminal aérea huatulqueña hasta el crucero de San Pedro Pochutla-Puerto Ángel y desde ese punto otro trayecto similar para enlazar con el que se encuentra concluido a Puerto Escondido.

Si se hubiera terminado dicha obra se verían sumamente beneficiados otros destinos eco-turísticos como Zicatela (que cuenta con el tercer lugar mundial en grandes olas para el Surf), las playas y lagunas de Manialtepec y Ventanilla, Mazunte (donde se ubica en Centro Mexicano de la Tortuga), San Agustinillo, Zipolite, Puerto Ángel y Cuatunalco, entre muchas otras playas vírgenes y selvas tropicales de gran atractivo.

Quienes viajan desde la capital del estado hacia Huatulco tienen que tomar la vía de “La Y Griega” pasando por el libramiento de Ocotlán y Ejutla hasta Miahuatlán, para luego incursionar en una carretera altamente peligrosa con unos 100 kilómetros de curvas, que ascienden cerca de los 2 mil 500 metros por encima del nivel del mar, para luego bajar en la región de los Loxicha, Pluma Hidalgo y finalmente a la cabecera municipal de Santa María Huatulco, aproximadamente en seis horas, según el conductor.

En el caso de los viajeros que van de Oaxaca a Puerto Escondido, se debe tomar la vieja, descuidada y peligrosa carretera que parte también de “La Y Griega” para luego subir hacia Sola de Vega y la entrada a esa parte de la Sierra Sur, posteriormente al Santuario de la Virgen de Juquila, la zona de El Vidrio, San Pedro Mixtepec y finalmente llegar a su destino después de siete horas, de acuerdo a la velocidad en que se viaje.

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