El presidente del Senado de la República, Roberto Gil Zuarth, se manifestó totalmente de acuerdo en encontrar una solución regulatoria al tema de la amapola. Se pronunció por abrir el debate, la discusión, en el próximo Periodo Ordinario de Sesiones, en septiembre venidero.
“Es una insensatez que México sea el cuarto productor del mundo en amapola y la generación de medicamentos para tratar dolor medio y muy intenso, no utilicemos la morfina y se importe de otros países para satisfacer el mercado de medicamentos”, afirmó.
Y además, dijo: Mientras nuestros campesinos son asesinados, muchos de ellos fuertemente coaccionados por el crimen organizado, hay toda una industria a base de amapola que genera rentas y soluciones de vida en otros países. “Me parece una insensatez”.
En entrevista, previa a su participación en la reunión del Consejo Directivo Nacional de Municipios de México, el líder cameral expresó que hay 4 Estados que tienen intensa producción de amapola: Guerrero, Michoacán, Chihuahua y Durango, en el “Triángulo Dorado”, en la Sierra Madre Occidental.
Consideró que se tiene una posibilidad de encontrar una solución productiva para muchos campesinos.
“Estoy absolutamente de acuerdo en el planteamiento del gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo Flores, porque en efecto, tenemos que encontrarle una solución productiva para quienes hoy su única ruta de vida es estar bajo la coacción y bajo la amenaza de los criminales, precisamente por cultivar una planta que se da, paradójicamente, de manera muy sencilla y muy barata en nuestro país.” Comentó que hay algunas iniciativas presentadas sobre este tema. “Y no se necesitan muchas cosas. Simplemente es quitar ‘amapola’ de la Ley General de Salud de las prohibiciones absolutas y construir una solución, una política pública que genere mercados de producción controlados y regulados por el Estado.”
Refirió que hay posibilidades de polígonos de producción con sistemas de exportación controlados, de transporte controlado para sacar de un ámbito de producción el producto, que no se vaya al mercado negro y que se pueda conectar con la industria farmacéutica y se conviertan en medicamentos y en consecuencia, esos productores tengan un horizonte de vida.
Además, aseveró que más o menos en proporción, en el mercado ilegal de la cocaína, de su valor; menos del 1 por ciento se queda en manos de los campesinos; 30 por ciento más o menos queda en los transportistas, en los cárteles mexicanos que la llevan a Estados Unidos y el 65 por ciento de las ganancias se las quedan los menudistas en la Unión Americana.
“Es decir, está absolutamente distorsionado este sistema económico. ¿Quiénes ganan? Los menudistas de cocaína en Estados Unidos que, por cierto, no son cárteles violentos, que muchos de ellos ni sus nombres conocemos, que entregan en los hoteles, en los restaurantes, en los bares, prácticamente a vuelta de llamada telefónica”, comunicó.
“Mientras tanto, nosotros ponemos los muertos y las crisis sociales de desplazamiento interno; de violación a los derechos humanos, de coacción a campesinos, sobre todo a las mujeres campesinas.”
-¿Hay que esperar que el tema se aborde en el próximo periodo de sesiones?
-Creo que hay que abrirlo en el próximo periodo de sesiones; pero el primer paso, por lo menos para darle una racionalidad diferente a la forma en la que nos aproximamos al tema de las drogas es el de la marihuana. Después ya vendrán otras discusiones como el caso de la amapola.
EL SOL DE MÉXICO