Principal Nacional “El robo de combustible en México es un problema de Estado”

“El robo de combustible en México es un problema de Estado”

Por Redaccion

Sergio de la Vega, director de Gulf México.

 
 

Hace 25 años, Sergio de la Vega (Puebla, 1968) negociaba los precios de los combustibles que Petróleos Mexicanos (Pemex) compraba para México. Ahora dirige Gulf México, la primera empresa privada que instalará gasolineras en el país, como parte del proceso de liberalización energética que se ha llevado a cabo en México desde 2013. De la Vega reconoce que el plan de su compañía es ambicioso —buscan instalar 2.000 estaciones en dos años— pero asegura que el mercado de combustibles en México está preparado para ello.

Las estaciones de Gulf estarán abiertas en el verano y será la primera vez que en México una firma distinta a Pemex venda combustibles. En una primera etapa, la compañía con sede en Estados Unidos ha hecho contacto con los empresarios mexicanos del sector para que trasladen sus negocios a la nueva marca. “No hemos decidido comprar porque no queremos sacar a los empresarios que se han dedicado al negocio de la venta de combustible en México, queremos integrarlos y darles una caja de herramientas para que se diferencien”, explica De la Vega.

En México existen 11.600 gasolineras, pero De la Vega aclara que la estrategia de Gulf no será solo absorber aquellas que ya no quieran trabajar con Pemex, sino que en una segunda etapa comenzarán a construir estaciones y a integrarlas con otros modelos de comercio, como el de las tiendas de conveniencia, un sistema que, por ejemplo, ya posee la multinacional mexicana Femsa. “Nosotros no vamos por todo, vamos por el 17% del mercado y nos hemos puesto un límite al 25%. Esto nos permite ser selectivos con los empresarios con los que nos asociamos”, apunta el directivo. Las primeras estaciones abrirán en la Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey, Puebla y Mérida.

La reforma energética ha traído a México las primeras inversiones privadas en el sector, sin embargo la mayoría han ocurrido en áreas con las que el mexicano promedio no tiene contacto. Hasta ahora, el Gobierno mexicano mantiene el control de los precios de los combustibles y será hasta 2018 cuando permita que las estaciones fijen sus costes según la oferta y la demanda del producto. Actualmente el precio del litro de gasolina regular cuesta 0,91 dólares, cuando en Estados Unidos el mismo producto puede encontrarse a la mitad de ese precio.

De la Vega reconoce que además de comenzar el ambiente de competencia en el sector de las gasolinas, Gulf deberá enfrentarse a un entorno en donde todavía Pemex funcionará como el distribuidor y almacenador de las gasolinas que lleguen a México a través de otras empresas. El director de la firma no niega que le preocupa el robo de combustibles en México, un problema que se ha acentuado en los últimos 15 años. En 2015, Pemex informó que existían 4.200 tomas clandestinas en toda su red de ductos y que la mayoría ocurrían en aquellas que transportaban combustibles. “El robo de combustible es un problema grande, va más allá de Pemex y es un problema de Estado, la respuesta hay que dársela entre todos. Lo que vamos a tener que buscar es la manera de mitigar ese riesgo. Es un costo para la industria, no hay una solución al respecto al día de hoy”, reconoce.

El interés de los empresarios mexicanos de la gasolina en la nueva empresa se ha disparado en las últimas semanas, asegura De la Vega. La estrategia de Gulf, explica, estará concentrada en algunos territorios y buscará mercados que puedan convertirse en clientes de la firma.“Los gasolineros no tenían una segmentación de mercado porque no era necesaria y no era posible por ser un país monomarca”. El director de Gulf admite que tanto para México como para su compañía la introducción de una nueva marca de gasolinas donde no existía más que Pemex será un descubrimiento.

EL PAÍS

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