El aumento a los precios de la gasolina a partir de 2017 no tiene marcha atrás, pues de lo contrario habría mayor deuda pública, recorte al gasto o incluso mayores impuestos, advirtió la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
En este sentido, el titular de la dependencia, José Antonio Meade, afirmó que el Gobierno federal tuvo que tomar una alternativa y la cual fue, aseguró, recortar el subsidio al costo de la gasolina, lo que permitió preservar el gasto en programas como salud, educación y combate a la pobreza, sin necesidad de elevar los impuestos.
“Vale la pena poner en perspectiva qué hubiera pasado si no hubiéramos hecho ese ajuste, si hubiéramos buscado asumir el incremento en el precio del petróleo con alguna otra estrategia. Las estrategias podrían haber sido solamente tres: o que incurriéramos en más deuda, o que subiéramos otros impuestos, o que hiciéramos algún recorte en el gasto. Lo pongo en perspectiva en términos de qué implicaría”, afirmó el funcionario en entrevista televisiva.
En ese sentido, el secretario dijo que si se hubiera optado por mantener “artificialmente bajo el precio de las gasolinas”, el subsidio representaría un gasto de 200 millones de pesos al día y por lo tanto dos mil millones de pesos en 10 días.
“Para ubicar lo que tendríamos que haber recortado, por ejemplo, en el presupuesto para acomodar esos dos mil millones de pesos, es lo que cuesta el programa que nos permite llevar leche a los 10 millones de mexicanos más pobres del país; es más o menos lo que nos cuesta todo el programa de abasto social de Diconsa”, afirmó.
“Pero si el apoyo lo mantuviéramos -agregó el secretario-, no por 10 días, sino por 40, ese es el presupuesto de la UNAM; si lo mantenemos por todo el año, que serían más de 200 mil millones de pesos porque va cambiando el costo de la gasolina en el tiempo, esa es la mitad del presupuesto del IMSS, por lo que si nosotros hubiéramos querido seguir administrando el precio, seguir tomando decisiones de precio desde el Gobierno, en vez de dejar que se tomaran desde el punto de vista de costos, eso es lo que nos hubiera costado, y eso es lo que tendríamos que haber recortado para acomodarlo”.
El titular de la SHCP agregó que el ajuste en el precio de la gasolina está orientado a proteger a las familias de escasos recursos, pues dijo que los 190 millones de litros de gasolina que se consumen en promedio en México, menos de nueve millones lo consume el 30 por ciento de la población con menos ingreso.
“Esto es, el grueso de la gasolina se consume en los niveles de población con más ingreso, por lo que no es un buen vehículo para llevar apoyos”, aseguró.
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