Ciudad de México.- Agustín Basave no duda en que este año decisivo en la vida del PRD hay que atacar las corruptelas que por años se han acumulado al interior de este partido de izquierda; para ello, hay que trabajar con todas sus corrientes y grupos, sancionar drásticamente a los malos elementos, es más, sacarlos, y en el caso de los dirigentes honestos, que asciendan, que se les reconozca su labor y su entrega.
“Ese cáncer de la corrupción llega a todos lados, incluido el del PRD, y nosotros tenemos que limpiar nuestra casa. Lo tenemos que hacer poco a poco y hacer que la honestidad pague, sea conveniente. Tenemos que crear incentivos para que corromperse, actuar mal, tenga un costo político. Si tú actúas mal y no te pasa nada, lo vas a seguir haciendo, y si además tienes ganancias, lo vas a seguir haciendo. No hay un castigo, y eso es lo que tenemos que crear en el PRD”.
El presidente nacional del Partido de la Revolución Democrática –en charla con El Sol de México- está consciente de que los retos no son menores en este 2016 que inicia: hay que encarar “13 toros de Miura” representados por la disputa de 12 gubernaturas y unos comicios más en Baja California Sur, donde como es sabido irá en fórmula con varios partidos, incluyendo Acción Nacional, como los sonados casos de Durango y Zacatecas.
Por ello, urge a la militancia y directiva perredista a recuperar los valores de los izquierdistas de otros años que tenían muchas fortalezas, incluyendo, por supuesto, la de la honestidad.
“Ese es el primer desafío, la parte ética, y ahí sí creo qué tenemos que recuperar los valores de la vieja izquierda mexicana, por que los viejos luchadores sociales mexicanos tenían algunos defectos, pero eran gente de una sola pieza, eran íntegros. Y tenemos que seguir a ese espíritu de la izquierda en eso”, insiste.
A casi tres meses de que el 97 por ciento de los consejeros nacionales del Sol Azteca lo apoyaran sin ambages para ser su dirigente nacional, lo que habla de la preocupación real de los perredistas de cepa, Basave Benítez expresa que, sin duda, otros retos a vencer son los de la unidad y, claro, el de la identidad.
“El de la unidad es cohesionar al partido. Es un partido de corrientes, es un partido con tendencias centrifugas. Hay que buscar la cohesión, que las personas en el partido, que los militantes entiendan que la lealtad es primero al partido y la segunda a su corriente y no al revés, que es el caso en muchas ocasiones, que haya incentivos, para que trabajes por el partido y no por tu corriente nada mas, que las propias corrientes puedan trabajar conjuntamente, cooperar, sumar esfuerzos. Hay mucha rivalidad entre las corrientes, hay un juego suma cero, a veces, perverso, lo que gana una corriente lo pierde la otra y tenemos que cambiar eso y empezar a buscar, sentar las bases de una estructura y una norma que incentive la cooperación, la coordinación, la unidad”, reflexiona en voz alta.
Los representantes de las disímbolas corrientes al interior del PRD, consigna su líder, “están conscientes de la gravedad de la situación. Si no lo estuvieran, yo no sería el presidente del partido y mira que voto por mí el 97 por ciento de los consejeros, incluido todas las rebeldes, las tribus rebeldes, porque me senté a platicar con todos y yo sí vi una conciencia del problema”, enaltece.
El reto de la identidad, prosigue Basave Benítez, es “redefinir nuestro perfil ideológico que se ha desdibujado desde la decisión que llevó a la creación de Morena, los problemas que tuvimos en Guerrero, las atrocidades de Iguala-Cocula que nos golpearon muy fuerte, hasta la fecha, las renuncias de personajes importantes, en fin. Todo eso ha, digamos que, desdibujado la imagen del partido”, preconiza.
Recuperar
confianza ciudadana
Y todo esto es muy importante, de frente a unas elecciones de este 2016 naciente porque de lo que se trata, admite, es recuperar la confianza ciudadana pues resulta casi obvio que hoy en día “ante esa gente, ante ese elector no perredista, no está muy claro que es el PRD y que representa o si está claro, no es atractivo, tenemos que decirle a la sociedad mexicana con toda claridad, quiénes somos, qué representamos, en qué nos distinguimos de otras opciones partidarias”, sentencia el dirigente partidario.
En resumen, sintetiza, hay que propalar la historia “de qué izquierda somos, qué representamos, qué luchas son las nuestras, cuáles son nuestras causas, nuestras banderas. No, no se lo hemos dicho a la gente, no lo tiene claro, y tenemos que decírselo”, afirma.
Es un escenario tremendamente adverso, el de este ejercicio que nace, “lo que hay que hacer es tratar de tenderle puentes a esa sociedad, de acercarse a la ciudadanía, con hechos, muchos hechos, porque los discursos no sirven”, acepta Agustín Basave.
O sea, afirma resuelto el entrevistado, “yo si veo conciencia y ya con esa conciencia tiene que haber un cambio. También es cierto, hay inercias muy fuertes muy poderosas, interés. Y por supuesto, también hay cosas que yo propongo que no les gustan”.
La problemática perrediana, como dicen los expertos, no es nada sencilla y menos para un presidente que entra, que no era militante sino hasta hace poco y que tiene antecedentes incluso de otro partido, el PRI, pero no arredrar a Basave quien avizora dos caminos en el futuro del instituto político:
“Si a final de cuentas va a triunfar la sensatez que es este partido va a necesitar un cambio muy profundo pues está en una situación muy crítica, vamos a cambiar de a de verás, esa sería la sensatez. O no, y empiezan a imponerse esas inercias, esos intereses y a mantener las cosas como están. Eso lo vamos a saber pronto”, recalca.
Por lo demás, destaca el presidente del PRD, “yo le apuesto a que si se puede hacer un cambio, o de lo contrario yo tampoco lo habría aceptado. Así como me aceptaron a mí pues yo tampoco hubiera aceptado buscar la presidencia si yo no tuviera la esperanza, la confianza de que se puede hacer un cambio”.
En el tema de las alianzas mantiene una posición cauta aunque ya se han definido las de Durango y Zacatecas, y hay avances en otras plazas. Resalta que no es nada sencillo entrar en fórmula con los panistas, partido que no es monolítico y que también tiene sus corrientes, aunque no se hayan salido del clóset, como sí ocurre en las huestes perredistas.
Además, profiere, sin duda los priístas y sus colaboradores del Verde y otras instancias políticas “no son tullidos” y, por supuesto, trabajan para preservarse en el poder. Por ello, Basave Benítez insiste en la necesidad de encontrar buenas alianzas con los opositores para evitar, a toda costa, que se entronice el priísmo, “el autoritarismo”, en el poder.
“Si yo quiero no pavimentarle el camino al PRI a la perpetuación en el poder y a la regresión autoritaria quiero que ganen las alianzas aun cuando no lleven candidatos míos. O sea, porque se supone que vamos a campechanear, vamos a poner uno acá, otro allá, no sé si resultan así las cosas, yo quiero que ganen las alianzas en todos los casos, pero claro yo considero pues los que lleven mis candidatos”, remata.
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