Al cumplirse 19 años de la detención de Álvaro Sebastián Ramírez; su hija Erika Sebastián Luis exigió a las autoridades la liberación, toda vez que destacó que su detención se llevó a cabo de manera arbitraria, sin una orden de aprensión y fue objeto de tortura física y psicológica, sin que a la fecha se le haya comprobado delito alguno.
En conferencia de prensa, Sebastián Luis detalló que el 15 de diciembre de 1997 su padre fue señalado detenido, por la presunta participación en el ataque de las instalaciones de corporaciones policiacas y militares cometidas un año antes en Santa María Huatulco.
“Fue llevado a una casa de seguridad, atado de pies y manos, con los ojos vendados, lo obligaban a tomar tabletas disueltas en agua que le provocaban alucinaciones, recibió descargas eléctricas en varias partes del cuerpo; además de golpes en el estómago, pulmones, cara, brazos y piernas, le aplicaron agua mineral con chile en la nariz y luego de once días de tortura fue presentado ante ka Procuraduría de Justicia del Estado”, narró.
Asimismo, señaló como responsables de la detención arbitraria de Álvaro Sebastián Ramírez al comandante José Trinidad Rodríguez Ballesteros y a Pedro Roberto Martínez Ortiz, éste último que fungía como Procurador de Justicia del Estado, “jurídicamente se ha demostrado que fue detenido, acusado y sentenciado por ser de origen indígena, disidente político y luchador social”.
En ese sentido, Sebastián Luis explicó que a su padre se le incriminaron los delitos de robo, lesiones calificadas, robo de uso, daño en propiedad ajena, acopio de armas, terrorismo, conspiración, privación ilegal de la libertad y asociación delictuosa, sin sustento alguno.
Finalmente exigió a las autoridades la liberación de Álvaro Sebastián Ramírez, así como de Zacarías Pascual García López, Justino Hernández José y Abraham García Ramírez habitantes de la región Loxicha que también fueron detenidos bajo las mismas circunstancias que su padre.