Una nueva nube de sospecha recorre la figura del presidente municipal de Cuicatlan Jorge Guerrero Sánchez. Y es que la noche del pasado lunes, en plena carretera en el lugar conocido como “El Mirador” la tesorera municipal Carmen Ramírez Velasco quien regresaba de la ciudad de Oaxaca, fue asaltada por sujetos no identificados, quienes bloquearon la carretera con piedras para así poder despojar a la tesorera de más de 370 mil pesos. Iba en compañía del chofer y del síndico municipal, Antonio Osante Pacheco, quienes nada pudieron hacer.
Resulta sospechoso que la tesorera y sus acompañantes viajaban en un vehículo en mal estado, mismo que les fue asignado por el presidente municipal. Debido a las malas condiciones de la unidad no pudieron librar los obstáculos que les pusieron los hampones.
Por cierto, es de llamar la atención que después del asalto esa camioneta fue encontrada en el camino viejo a Santiago Dominguillo por Policías municipales de Cuicatlán y no por policías estatales o elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones quienes realizaban recorridos en la zona para localizarla.
Además para más dudas, a los funcionarios municipales pese a la gran cantidad de dinero no los acompañaba ningún elemento policiaco, por lo que para los ladrones fue mucho más sencillo despojarla de todo ese dinero. Ese fue un error u omisión de Jorge Guerrero, presidente municipal o de la tesorera.
Pero esta no es la primera vez que una tesorera municipal de Cuicatlán es asaltada y despojada de una fuerte suma de dinero. El 23 de diciembre del 2013, cuando Jorge Gil era presidente, le robaron a su tesorera de nombre Tania Izúcar más que 400 mil pesos.
Un sujeto con pistola en mano y con toda facilidad ingresó a la oficina de la funcionaria para quitarle todo el dinero que tenía en ese momento, y lo más raro la comandancia de la policía está a escasos metros y nada hicieron. La suma de lo robado sería destinada para el pago de nómina de los más de 60 empleados del ayuntamiento.
Lo que siembra más dudas y hace pensar en una red de complicidad en lo que aparenta ser un “autorobo” orquestado por el propio Jorge Guerrero es que no ha dicho ni una palabra al respecto. En segundo lugar porque la tesorera asaltada en el 2013, Tania Izúcar, es su sobrina y actualmente la tiene en la nómina cobrando como Directora del DIF municipal, es decir ya sabe como operar este tipo de temas.
Además resulta irrisorio que la tesorera reportara el robo hasta dos horas después de los hechos, cuando en este tipo de casos cada minuto es de vital importancia.
Bastantes coincidencias y circunstancias que siembran la duda y la sospecha sobre el asalto, pues además en ambos casos los ladrones actuaron con mucha facilidad y además sabían muy bien los movimientos de las tesoreras.