La Cámara de Diputados pretende gastar el próximo año, ocho mil 51 millones de pesos, 241 millones más que este año; la Auditoría Superior de la Federación, que depende de San Lázaro, también quiere más dinero para 2017, pide casi dos mil 276 millones de pesos, 85.3 millones de pesos más de lo que ejercerán este 2016.
Los diputados serían los de mayor aumento salarial con 1.39 por ciento, que representa 26 mil 789 pesos más que este 2016, para alcanzar un salario anual durante 2017 de un millón 942 mil 911 pesos, para cada uno de los representantes populares.
Actualmente un diputado federal percibe una dieta mensual de 73 mil 817 pesos; más 45 mil 786 por concepto de asistencia legislativa y 28 mil 772 mil para atención ciudadana.
Al respecto, el coordinador de los diputados del PRD, Francisco Martínez Neri, dijo no estar de acuerdo en que se incremente el presupuesto del Poder Legislativo y mucho menos que los diputados y senadores tengan un incremento en sus dietas.
Consideró que los representantes populares también se “deben de ajustar el cinturón”.
“No hay un incremento hasta donde yo sé a la dieta de los diputados, si lo hubiera me parece que es algo totalmente absurdo y si está así, lo vamos a combatir hasta las últimas consecuencias. Yo creo que tenemos que colaborar, no solamente no debe de haber incremento sino debiera haber una reducción. Yo espero que los diputados y las fracciones parlamentarias sean conscientes de esta necesidad”.
Por su parte, el vicecoordinador de los diputados del PRI, Jorge Carlos Ramírez Marín, rechazó que se proponga un aumento en el presupuesto de la Cámara de Diputados para incrementar las percepciones de los legisladores y explicó a qué se destinarían estos recursos adicionales.
“Lo que hay que especificar es que no aumentarán ni las prestaciones de los diputados, las percepciones de los grupos parlamentarios; básicamente lo que nos explica la Secretaría General es que el incremento es para afrontar los nuevos compromisos en materia de transparencia, en materia de fiscalización que tiene la Cámara de Diputados, lo que significa contratar personal y comprar equipos y acondicionar un sistema que responda a estas expectativas”.
Indicó que sería contradictorio que se le bajen los recursos a algunas dependencias y a la Cámara de Diputados no.