Ciudad de México.- El director general de Pemex, José Antonio González Anaya, en su comparecencia ante la Comisión de Energía, dijo que en las próximas semanas se pagará hasta 90 por ciento de los compromisos que
tiene con sus proveedores, que son pequeños y medianos empresarios. “Este avance se logra por la contratación de una línea de crédito con la banca de desarrollo para pagar este pasivo, que no es deseable”, añadió.
Además, señaló que esa empresa tiene reservas petroleras suficientes y crecientes,” es una de las empresas petroleras más importantes del mundo y es la empresa emblemática del sector energético de este país y así se va a mantener”. Y dijo que la Reforma Energética lo que le permite es nuevas figuras, mayor flexibilidad, precisamente, para enfrentar estos retos y otros que vengan hacia adelante.
Los legisladores también le exigieron una explicación sobre una presunta inversión del exdirector general de Pemex, Emilio Lozoya Austin, en la adquisición de aeronaves privadas, para su uso personal, “utilizando el convenio de seguridad con la Secretaría de la Defensa, que cuenta con proyecto de inversión ante la Secretaría de Hacienda, de número 1318 t410017, por un monto de dos mil 445 millones de pesos”.
En ese sentido, el funcionario destacó que están en proceso de detenerlo, “así que no, eso no va a ocurrir, no era en las mejores condiciones para la empresa, se va a reponer el proceso dentro de los cauces de la Ley”.
Y afirmó que defenderá a la empresa a su cargo y que está dispuesto a trabajar con la Cámara de Diputados y la Secretaría de Hacienda para cambiar su carga fiscal.
El funcionario indicó que una de las funciones de Pemex es aportar recursos al erario, pero se deben revisar sus obligaciones fiscales. “Una de las funciones (de Pemex) es contribuir al erario mexicano y hay que buscar la manera más eficiente y equitativa de hacerlo, y trabajaremos con quien tengamos que trabajar, incluida esta soberanía y la Secretaría de Hacienda”, refrendó.
Destacó que Pemex tiene la obligación de cumplir con la meta anual de balance financiero que marca el Congreso de la Unión, y que es de 149 mil millones de pesos. Esto incluye ingresos propios por 398 mil millones de pesos y un techo de gasto programable de 478 millones de pesos, que incluye un costo financiero de 69 mil millones de pesos.
González Anaya explicó que las principales premisas con las que se realizó y se aprobó este presupuesto es un precio promedio para la mezcla mexicana para el año 2016, de 50 dólares por barril y una plataforma de producción de dos millones, 247 mil barriles diarios.
Sin embargo, lo que estamos observando es que el precio de la mezcla mexicana que se prevé para este año sea más cercano a un promedio de 25 dólares por barril. Esto hace necesario hacer un ajuste en el presupuesto y en el gasto y en los planes de negocios de Pemex.
El monto que ya fue anunciado y aprobado por el Consejo de la empresa es de cerca de 100 mil millones de pesos. Este monto proviene de una reducción del precio del petróleo de 50 a 25 dólares por barril. Eso se traduce de manera casi directa a una reducción en ingresos de cerca de 100 mil millones de pesos.
Este ajuste se hizo con algunas premisas: primero, preservar la seguridad del personal y la integridad de las instalaciones; segundo, hacer frente a los compromisos laborales y financieros de la empresa y en todo momento buscar medidas que alivien el problema de liquidez que enfrentan, fortaleciendo o no disminuyendo la capacidad de solvencia que se tiene hacia adelante.
Para esto, añadió el funcionario, hicimos tres tipos de ajustes, y tres líneas de acción; el primero es generar eficiencias y reducir costos, para así incrementar la productividad en la operación y promover el uso nacional de los recursos. Esto suma cerca de 29 mil millones de pesos.
El segundo y donde se encuentra la mayor parte del programa de ajustes, es diferir y replantear inversiones, comprometiendo lo menos posible la solvencia y la producción futura de la empresa.
González Anaya detalló el programa de ajustes, que incluye el corporativo, las empresas productivas del Estado, y en particular las tres empresas que son más grandes: logística, transformación industrial y Pemex Exploración y Producción (PEP).
La generación de eficiencias y reducción de costos, “lo que vemos es que estos 29 mil millones de pesos la mayor parte se concentra en dos lugares, en el corporativo y en PEP”, apuntó.
El director de Petróleos Mexicanos indicó que al cierre de 2015, Pemex tiene una deuda de 86 mil millones de dólares. La deuda interna es el 23 por ciento y la parte externa el 77. Precisó que el 73 por ciento de la deuda es a tasa fija y el restante es a tasa flotante.
Cuestionamientos y reproches
El abandono por años de Pemex, la falta de inversión, su deuda de 65 mil millones de dólares, pasivos a proveedores por 142 mil millones de pesos y el uso personal de aeronaves por el exdirector Emilio Lozoya Austin, entre otros, fueron parte de los cuestionamientos y reproches a que fue sometido su director José Antonio González Anaya, durante su comparecencia en San Lázaro.
Así, diputados de los grupos parlamentarios expresaron sus posiciones sobre el ajuste de 100 mil millones de pesos en Petróleos Mexicanos (Pemex), en el marco de la comparecencia del director general de la empresa productiva del Estado, José Antonio González Anaya, ante la Comisión de Energía.
El diputado priísta, Alfredo Anaya Orozco, dio a conocer datos de cuando en 2003 y 2012 se tuvieron los mayores precios de crudo a nivel mundial “y no fueron bien invertidos y bien ejecutados”.
“Faltó en un gran periodo de tiempo inversión en tecnología, cuestiones que en este momento nos están impactando y que eso nos ha traído una reducción en la producción petrolera. Hemos sufrido una baja de calificación crediticia en Pemex, pero esto ha sido el resultado de muchos años, de poco esfuerzo”, sostuvo.
Dijo que del 2003 al 2012 la deuda de Pemex se incrementó de poco más de 30 mil millones de dólares a más de 65 mil millones de dólares y externó que en pasadas administraciones federales “no le entraron de lleno al tema del gasto y, sobre todo, al tema laboral que en este momento es una carga muy importante para la operación de esta empresa”.
El panista Armando Rivera Castillejos afirmó que el escenario actual es negativo para Pemex, pues los estados financieros consolidados lo muestran así. “La empresa se encuentra en terapia intensiva. Hay una disminución de activos de cerca de 200 mil millones de pesos y los pasivos a proveedores se encuentran en 142 mil millones”, subrayó.
Cuestionó que el contrato colectivo de trabajo garantiza a los trabajadores de Pemex una jubilación superior a cualquier otra del mercado laboral, sin haber ahorrado un peso por parte del empleado para un fondo de retiro, “el cual ha generado un pasivo gigantesco, que será imposible de sostener para la empresa”.
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