Elizabeth Mendoza / Foto: Alfredo Juárez
Comuneros de Chikava y Buena Vista pertenecientes a Santiago Yosondúa exigieron la intervención de las autoridades para solucionar por la vía del diálogo el conflicto que mantienen con la comunidad de Santa María Yolotepec y evitar así que sean despojados de su territorio correspondiente a 602 hectáreas.
En conferencia de prensa, Guillermo Rosales López, suplente del comisariado de Bienes Comunales de Buena Vista manifestó que interpusieron un amparo ante la determinación del Juez Distrito que otorga la propiedad a la comunidad de Santa María Yolotepec, por lo que tiene que ser desocupada por los comuneros y sus familias.
Detalló que el Tribunal Agrario resolvió el conflicto que mantenían con Santa María Yolotepec, declarando a ésta comunidad como propietaria de las tierras, al tiempo que ordenó fueran desocupadas, aun cuando la población de Buena Vista es quien ocupa dicho espacio desde tiempos ancestrales.
En ese sentido Rosales López, detalló que son más de 260 comuneros y sus familias los que se encuentran afectados por la resolución del Tribunal, por lo que pidieron a la comunidad de Santa María Yolotepec que se resuelva la situación por medio del diálogo y evitar así una confrontación entre hermanos.
Asimismo explicó que ante la resolución del Juez presentaron ante el Poder Judicial de la Federación un recurso de amparo con número 1547/ 2014 y 1526 / 2014, en el que se determinó que la resolución emitida por Tribunal Agrario resulta violatoria a los derechos humanos consagrados en el Artículo dos, apartado A, fracción VI Constitucional.
El Poder Judicial de la Federación determinó que “se estima que el acto reclamado consistente en la desocupación de las tierras que poseen los quejosos resulta violatorio a sus derechos humanos, toda vez que se pretende desalojar a los quejosos de sus predios, sin respetar la posesión tradicional que ostentan desde hace mucho tiempo”.
Finalmente el comunero, añadió que es posible reconocer la propiedad a favor de Santa María Yolotepec, así como la posesión ancestral de Chikava y Buena Vista, ambas comunidades mixtecas, por lo que exhortó a un proceso de diálogo y conciliación.