*La Primavera Oaxaqueña, en riesgo por las disputas de poder entre actores al interior del gobierno
*A un año del gobierno morenista, podrían darse los primeros cambios forzados, como resultado de las ambiciones políticas
Héctor F. Villanueva/Fotos: Alfredo Juárez
Han pasado dos meses y medio desde que inició el llamado gobierno de la “Primavera Oaxaqueña”, que encabeza el ingeniero Salomón Jara Cruz y aunque sería arriesgado calificar a esta administración basada en resultados, debido al corto tiempo; todo parece indicar que nada bueno augura y no por falta de atención del gobernador, sino por los intereses de funcionarios de primer nivel, que desde el triunfo de Morena y sus aliados en las elecciones de 2021, están más interesados en la sucesión, haciendo uso de todo tipo de estrategias como la compra de trollers en redes sociales, encargados de atacar a sus compañeros opositores, o a todo aquel que resulte un peligro para sus intereses.
De esta manera es como después de la elección del pasado 5 de junio de 2021, quienes han firmado parte del primer círculo del hoy gobernador, comenzaron las disputas por puestos claves en la administración gubernamental. Solo uno de ellos, Jesús Romero López, que por cierto fantasea o pretende vender la idea de que formó parte del primer municipio de izquierda en el país. Solo él logró su objetivo, a ser nombrado Secretario de Gobierno.
El resto debió conformarse con otras posiciones no tanto de su agrado, pero desde las que buscan ser visibles al gobernador, a su partido y a la ciudadanía, con miras a las elecciones de 2024. Siendo así como desde la Secretaría de Administración y a través de una fundación con su nombre, Antonino Morales Toledo, pretende lograr la candidatura al Senado de la República.
Por su parte Laura Estada Mauro, que buscaba la Secretaría de Administración o por lo menos, la Secretaría de Salud, tuvo que conformarse con la Secretaría de Bienestar, Tequio e Inclusión; desde donde con el apoyo de familiares y obligando a trabajadores a hacer tequio, pretende el espacio destinado para mujer en el Senado.
Aunque a esta disputa por los cargos de elección popular, también se suma Emilio Montero Pérez; actual director del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), que de no conseguir la candidatura al Senado, se estaría conformado con una diputación local, aunque claro, siendo coordinador de la Fracción parlamentaria de Morena y de ahí seguir con su aspiración de gobernar Oaxaca.
Sin duda todos ellos buscan tejer alianzas con el resto de los integrantes del gabinete legal y ampliado del gobernador Salomón Jara Cruz, importándoles poco cual sea el destino de la “Primavera Oaxaqueña”, a la que muchos ya comienzan a calificar como la “Primavera en Otoño”.
Es por eso; que desde los espacios de poder, no solo buscan presionar a grupos opositores para que se sumen a ellos, cerrando las puertas a cualquier tipo de negociación como lo viene haciendo Jesús Romero, que excluye a la oposición de cualquier tipo de mesa de trabajo y por si fuera poco, negándose a atender en su soberbia a quien desea, olvidándose que en administraciones anteriores fue de los consentidos dentro de lo que en ese entonces era la oposición. Prueba de ello es la famosa llamada telefónica que le grabaron con el ex gobernador Ulises Ruiz Ortiz, en la que se pone de manifiesto que sin duda era de los consentidos del ex mandatario.
Pero entre otros señalamientos que hay sobre Romero López, está el que es él quien ordena que es lo que se pública o no, a quien se le concede dar una entrevista a medios de comunicación, claro, conociendo primero de que tema hablarán, si no está de acuerdo no se aceptará entrevista alguna y es se siente seguro de que será el próximo candidato al Senado o por lo menos a la presidencia municipal de Oaxaca de Juárez, considerando el mal papel hecho por Martínez Neri y que sin duda la caja de resonancia y que serviría para sus deseos futuristas en pos del gobierno estatal.
Lo cierto es que la disputa al interior del gobierno primaveral lo único que genera entre los oaxaqueños es la desconfianza en que se pueda hacer un buen gobierno, pese a la voluntad de Salomón Jara, que forzosamente se verá obligado a hacer cambios en el gabinete a finales de este año, con motivo del proceso electoral de 2024, más allá de los que deberán hacerse por falta de capacidad de otros funcionarios a los que de poco servirá el noventa por ciento de lealtad y que seguramente no le permitirán cumplir con los objetivos de la transformación en Oaxaca. Al tiempo.