A la base trabajadora:
A la opinión pública:
La ambición desmedida del “cerdo Rosas” y su patrón el priísta German Espinosa expusieron a su propio comité al grado tal de que el pasado miércoles estuvieron a punto de ser linchados en el Auditorio Guelaguetza en el circo que llamaron Asamblea General.
Fueron el Pelón Rosas y su patrón quienes desde el proceso electoral orillaron a Pinacho y compañía a hacer marranadas que desde el punto de vista jurídico no podían trascender, ni tener futuro, prueba de ello es que no solo se les negó la toma de nota por parte de la Junta de Arbitraje sino que acudieron al Amparo y se les negó porque era un verdadero marranero y ahora, al ver su fracaso pretenden echarle la culpa a todos de lo que ellos mismos provocaron.
En un panfleto que están circulando tratan de culpar a las áreas de Gobierno cuando fueron ellos los que manipularon todo el proceso, los que nombraron la comisión electoral, lo que descalificaron a la otra planilla en su absurda estrategia de querer ganar por “default” y naturalmente perdieron producto de sus ocurrencias y desastres en el proceso jurídico.
Otra más de sus visibles porquerias fue invitar a través de redes sociales a la toma de protesta de la planilla verde. Además de cuches y trompudos, pendejos.
Ahora en este pleito donde hoy quieren satanizar hasta a sus propios compañeros, pues le echan la culpa al comité de haber convocado a una asamblea, y hablan de que se les proporcionaron los elementos de PABIC y el auditorio Guelaguetza cuando el Comité sindical para asumir su responsabilidad jurídica, la que le mandaron sus estutos, contrataron de manera directa estos servicios.
*Juan Rosas fue capaz de traicionar Felipe Cruz Pinacho “su amigo” como lo hizo con Joel Castillo, todo en aras de seguir vendiendo plazas y de disponer de niveles para sus amores, quienes duden de la calaña del pelón Rosas que investiguen si es cierto que en la negociacion pasada, su hermano esta propuesto para una base sin haberselo ganado como lo hemos hecho todos nosotros*.
Atentamente
Democracia Sindical